Una nueva técnica quirúrgica que reemplaza las presiones a través de pulsos ofrece un tratamiento contra la arterioesclerosis, mejor conocida como la acumulación de placa grasosa que causa ataques al corazón e infartos.
En la actualidad, los cirujanos abren una artería bloqueada al oprimir la placa. En esta operación, llamada angioplatía de globo, se empuja una pequeña bolsa de aire dentro de la obstrucción y se infla, oprimiendo la placa con fuerza mecánica.
Luz para arterias obstaculizadas
La nueva técnica, probada en la Universidad de Stanford en California, utiliza un pulso de luz durante 15 minutos para activar una droga que, en este caso, es tóxica para las células grasosas. El tratamiento comienza cuando el paciente recibe una dosis de lutecio texafirín. Los médicos aguardan un día para que las células se saturen.
Después se inserta una sonda de fibra óptica, como aquí se muestra, y se enciende una luz roja de alta densidad. Los rayos X tomados cuatro semanas después de haber aplicado el tratamiento mostraron que en 12 de 16 pacientes los depósitos de placa habían disminuido. Las mejorías variaron de 10% a 74% en los pacientes.
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